miercuri, 14 decembrie 2011

Fenómenos astronómicos que ni siquiera imaginaron los mayas


La alineación planetaria del 2012 nunca interesaría a los mayas ni a los toltecas. Aunque se piense lo contrario, sabían de los eclipses y de multitud de fenómenos, pero el hecho astronómico los tenía sin cuidado si no correspondía con un evento cíclico. En la Piedra del Sol (su modelo refinado) no se tiene referencia de un fin de ciclo para esa fecha. El fin del Sexto Sol que es en el que vivimos actualmente cae más allá del 2040. La leyenda de los soles señalan que un Sol duraba 676 años, y era una leyenda existente desde antes de la aparición de los toltecas hace más de mil años, o sea que ellos vivían en el Quinto Sol.
No eran astrólogos, ni mucho menos pensaban que los astros o constelaciones influían en la humanidad o las personas. Probablemente ni siquiera conocían planetas más allá de Marte. Así que una alineación astronómica no tenía importancia alguna, no creían que los astros influyeran en las gentes, eso es un cuento que aún prevalece en nuestro zodiaco. Las posiciones planetarias señalan eventos recurrentes temporales con propiedades cualitativas, por eso corresponden atinadamente las descripciones de los astrólogos, porque leen los efectos cíclicos, no que los astros emitan fuerzas de influencia.
Estas culturas mesoamericanas incluyendo los incas, medían la recurrencia de ciertos atributos cualitativos ligados a la dualidad de las propiedades de los efectos temporales. Sus cálculos obedecían a la conjunción de variables que les permitían predecir el porvenir en casi todas sus perspectivas. Su calendario era por lo tanto un oráculo preciso. No era un tratado astronómico. La dualidad es una ley universal que compensa continamente las fuerzas opuestas en un proceso evolutivo.
Los astros como el Sol, la Luna, Venus posiblemente Marte, las Pléyades y posiblemente otras estrellas les servían de marcadores de ciclos por su periodicidad referenciada con las pirámides y otras construcciones o gnomones.
En el caso de los eclipses si los identificaban pero no les eran útiles como marcadores de eventos cíclicos.

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