joi, 3 noiembrie 2011

Arcas espaciales

 
Fin del mundo, apocalipsis, anticristo, bombas nucleares, guerras, dominio de “la bestia”, demonios, tinieblas, 2012, predicciones de los mayas, terremotos, maremotos, tornados, volcanes, etcétera, etc., etc. Son muchas las posibilidades que se mencionan para distintos tipos de “clientes”.
¿Y si sólo se da el fin de un ciclo del universo y de la naturaleza? Por supuesto, ello implica también cambios muy importantes con las consecuentes destrucciones y muertes masivas.
Supongamos que con una nueva alineación planetaria cambia el sistema de traslación y rotación de la Tierra. O sólo la rotación. ¿Qué podría ocurrir? Quizás habría terremotos y maremotos; entrarían en erupción los volcanes; se darían importantes cambios climáticos; las aguas cubrirían continentes enteros o algunas partes; surgirían nuevas cadenas montañosas y otras extensiones de tierra firme… Una demostración concreta de que todo eso ya ocurrió en alguna época la encontramos en Australia y su reino animal; con los fósiles de dinosaurios; y con los reservorios especiales de flora y fauna en distintos lugares del mundo y también los marítimos. Lo que uno nunca supone ni acepta es la destrucción total de nuestro planeta…
¿Estamos preparados para lo que puede ocurrir? Evidentemente no, porque pese a algunas evidencias físicas y estudios científicos, todo aparece muy lejano en el tiempo y más propio de la imaginación. ¿No importa que los recientes terremotos y fracturas de la Tierra ocasionaran importantes corrimientos continentales?
En vez de gastar millones de millones en armamentos, bombas nucleares, fabricación de guerras, creación de burbujas financieras y otros gastos superfluos, ¿por qué no ir pensando en Arcas de Noé espaciales, hasta que se reestructure la nueva geografía terráquea…?

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