Este fin del mundo no será el fin de la Tierra

El fin del mundo, como el final de un sistema de cosas, está cerca. Muchos ya lo presienten, aunque no lo comprenden del todo. Los cristianos verdaderos, por su parte, se preparan y observan cómo paso a paso se va formando la terrible maquinaria de opresión que aplastará todas las libertades religiosas en breve. No debemos perder el enfoque correcto de los asuntos.

Este fin del mundo no será el fin de la Tierra, pues esta fue creada como el eterno hogar del hombre. Más bien es el fin de sus malos inquilinos.

Una representación apropiada de este desalojo ocurrió cuando Israel desalojó a los cananeos de la Tierra Prometida. Esto no ocurrió como un capricho de la historia. Esta limpieza de la maldad tenía una razón.

”’No se hagan inmundos por medio de ninguna de estas cosas, porque por medio de todas estas cosas se han hecho inmundas las naciones que voy a enviar de delante de ustedes. En consecuencia la tierra está inmunda, y traeré sobre ella castigo por su error, y la tierra vomitará a sus habitantes. (Levítico 18:24, 25.)

La situación en la que vivimos es mucho peor. La Tierra está siendo contaminada a un grado sin precedentes. ¿Y qué decía la profecía?

Pero las naciones se airaron, y vino tu propia ira, y el tiempo señalado para que los muertos sean juzgados, y para dar [su] galardón a tus esclavos los profetas y a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y para causar la ruina de los que están arruinando la tierra”. (Revelación 11:18.)

Hoy en día, el juicio contra la maldad comenzará con la religión:

Y los diez cuernos que viste, y la bestia salvaje, estos odiarán a la ramera y harán que quede devastada y desnuda, y se comerán sus carnes y la quemarán por completo con fuego. Porque Dios puso en sus corazones llevar a cabo Su pensamiento, aun llevar a cabo el solo pensamiento [de ellos] al dar ellos su reino a la bestia salvaje, hasta que se hayan realizado las palabras de Dios. (Revelación 17:16, 17.)

La "bestia salvaje", la última versión de las Naciones Unidas, odiará al sistema religioso mundial y se apoderará de todas sus riquezas. Las religiones tradicionales corren peligro. El ataque será repentino.

Se acerca un cambio importante. Parece que ocurrirá en estos días. No perdamos la expectación.

Hay mucha propaganda sobre el fin del mundo y la mayor parte de ellos solo se centran en lo catastrófico, sin dar a conocer ninguna implicación moral. La verdad es que este mundo se acabará para dar paso a uno nuevo, uno en el que se respeten las normas del Creador. La mayoría de los que se han representado a sí mismos como cristianos le han sido desleales a su Amo, Jesucristo. En ellos se cumplirán estas palabras:

”’Porque entre mi pueblo se ha hallado a hombres inicuos. Siguen atisbando, como cuando se agachan los pajareros. Han colocado una [trampa] ruinosa. Es a hombres a quienes atrapan. Como una jaula está llena de criaturas voladoras, así sus casas están llenas de engaño. Por eso se han hecho grandes y ganan riquezas. Se han puesto gordos; se han hecho brillantes. También han rebosado de cosas malas. No han defendido ninguna causa judicial, ni la causa judicial del huérfano de padre, para lograr éxito; y no han tomado a su cargo el juicio de los pobres’. ¿No debo yo pedir cuentas a causa de estas mismas cosas? —es la expresión de Jehová—, o, en una nación que es así, ¿no debe vengarse mi alma? [...] (Jeremías 5:26-29.)

El fin del mundo será tiempo para efectuar justicia. Y justicia es lo que verdaderamente necesitamos ante tantas maldades.